"En armas como llama saliente del aliento... esta la fuerza que seduce la destrucción"
Solo la furia de la voluntad puede abrir los ojos... al igual que el guerrero lucha con su alma.
Sediento de batalla incrementa las llamas del poder, un poder que no cualquiera controla, siendo un arma de doble filo puede convertirse en un filo de una sola dirección y esa misma dirección es la del propio corazón... un denominado al alma del guerrero que manipula esta fuerza que se alza sin precedentes y traspasa toda razonalidad.
Todo es escrito, dicho, creado por la mima vista del humano... todo es creído por sus propias verdades... en cambio la sangre fluida de odio esta alimentando la llama de la ira... una ira que se creo del miedo puro, un miedo que balancea el equilibrio de la voluntad misma tal que mantiene al hombre en toda su merced, es solo la supuesta realidad creada por el hombre... vivido en una ilusión que trasciende por el aire llevado por todos polos del viento rosal y alumbrado por llama de la virtudes consumido del pecado.
No avanzaran las llamas a la voz... perduraran en las alas hasta que los ojos puedan ser descubiertos de la sombras y canalizados a un objetivo... porque esa voluntad es la que lleva las llamas del destino a ser puras, un motivo para quemar y luchar... la razón de renacer de la cenizas... como el fénix renace para mostrar la belleza e inmortalidad de la pureza.
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