La historia tiene inicios de la época más lejana y cercana al pasado (Siglo XXX). Los humanos sufrieron crisis vitales de la naturaleza, economía, política y la cuarta guerra mundial había dejado a la sociedad casi separada y el mundo casi a su fin... cuando la esperanza parecía volver una quinta guerra estaba por comenzar pero no sucedió por un misterioso suceso que ocurrió hace más de 120 años antes del siglo 30 que termino esa guerra y dio paz al mundo.
Una mañana normal, un joven de 17 años llamado Mac se levanta para ir a su escuela, una rutina siempre igual se pone el uniforme y sin desayunar se va en su bicicleta en un camino directo a la escuela. Es solitario, los alrededores son rescontrucciones que la guerra había destruido hace un siglo. Un trayecto empinado se alejaba de un condominio pobre, desolado y olvidado por la comunidad. -Espero salir bien en el examen- se lo decía a sí mismo mientras llegaba a la entrada de la escuela, un edificio muy amplio mas no escolar, era idéntica a una casa blanca donde muchos estudiantes llegaban en bicis o caminando. Dejo su bicicleta encadenada en el estacionamiento mientras una sensación extraña lo aterra a la vez.. una sombría brisa le pasa por el cuerpo como hormigón y cuando término de poner la cadena y tomar sus cosas, desapareció. No estuvo tan sorprendido y se encamino a su clase. Al llegar no saludo a nadie y nadie lo saludo, era distanciado de los demás. El maestro entro a clase y dio la orden de guardar todo lo que estuviera encima de la mesa. Comenzo a poner un examen, la tensión era fuerte en el aula. Y en un mundo diverso unas cadenas se podían ver, cruzadas como caminos, algunas temblando y sonaba tétrico la sincronización, sin embargo, eso no era lo único visible. Un sujeto de cabello negro no muy largo con vestimenta negra pero con un brillante color carmesí estaba en ese lugar encadenado de sus brazos y con una sonrisa sin angustia, era de alegría. El maestro le dio un golpe a la mesa de Mac -ponte a hacer tu examen joven- la reacción fue inmediata y volteo su vista al examen mientras el maestro se retiro. Sabía que la visión que tuvo no era nada nuevo y que algo iba suceder, en ese momento, un compañero a su lado se altero al grado de tirar su examen y sus utensilios al suelo bruscamente mientras su rostro de histeria se reflejaba, el maestro de inmediato intento tranquilizarlo - ¿qué le ocurre? ¡por favor calmese!- el estudiante con una frustración -NOO!, NO ENTIENDO NADA! ESTUDIE MUCHO![...]- mientras seguía replicando y alejando al maestro que no lo tocara, los estudiantes estaban asustados y Mac se levanto con una calma, y en el otro mundo el ser extraño miraba como una cadena se exaltaba con brutalidad, la tomo con una sonrisa sastifactoria. Al estar frente a él se quedo perplejo con su mirada calmante -Soy Mac, vamos por algo de beber y comer ¿está bien?- aun histérico se quedo quieto sin decir nada y con tomarlo del brazo lo encamino fuera del aula hacia la cafetería sin dar pelea. Ambos se relajaron con el refresco -gracias.. por sacarme de eso..- con una calma descontrolada pero con cara de arrepentido - Descuida, escuche que tienes problemas de esta clase- sorprendido el estudiante le sonríe alegre y Mac le devuelve la sonrisa -regresare, le pediré si podemos retomar el examen los dos- le dio la espalda y cuando se iba a ir -gracias, me quedaré un rato mas- Mac con una sonrisa se retiro al aula. Al volver el profesor lo esperaba -¿Cómo está Hans?- antes de entrar al salón los estudiantes aun hacían sus examenes y sin verlo a su cara -se quedó en la cafetería para tranquilizarse pero está bien y..- el maestro lo interrumpe dándole la hoja de su examen mandándolo a su asiento sin responder nada. Casi todos habían terminado y marchado, regreso el joven Hans con una cara mas fugaz. El maestro le dio la hoja y lo mando a su asiento. Cuando Mac termino antes de salir miro unas cadenas que salían de Hans... asustado se fue lo más pronto posible en dirección a la azotea. Corrió por los pasillos blancos esquivando alumnos y en las escaleras casi choca con una joven de pelo largo y platino como la luna, ella no voltea ni él la noto. Al llegar a la puerta la abrió de golpe, agitado empieza a escuchar una voz -¿Por qué escapastes?, casi lo podía sentir- la vista que normalmente miraba, un cielo claro, la vista al patio y la parede a su lado de la azotea se torno a un área donde sólo había color carmesí y manchas de sombras en los alrededores, lo rodeaban cadenas por todos lados. Frente a sus ojos estaba un ser con una aura sombría, unos ojos vacíos de color blanco pero se podía ver la forma de ojos normales. Portaba un traje peculiar que le colgaban cadenas como accesorios y sus manos se miraban aterradoras como garras mas no eran asi -No permitire que tomes a ese muchacho Egni- La mirada de Mac era desafiante, caminando a su dirección Egni el sujeto de las cadenas juega con una cadena en particular que no deja de moverse en zig-zag -Así que me quieres alejar de este asombroso humanos... Que pena le das a tú hermana...- Al escuchar esas palabras quedo paralizado y tenso, Egni sacando con su otra mano una cadena unida a una muñequita con números de tiempo marcado en cada pieza de la cadena -Se que recuerdas el trato, si tengo una cadena del destino que me libere o suficientes haré que tú dulce hermana pueda volver aunque en mi opinión no es culpa mía que ella..- Su mirada cambio drasticamente -¡Cállate! No tienes derecho hablar de ella.. se que fue mi culpa.. por eso la recuperare pero no a tú manera codiciosa- Con una sonrisa sarcástica suelta la cadena que sostenía con fuerza y dándole la espalda desaparece como todo su alrededor.
Estaba molesto y le pegó a la pared que estaba a su lado suyo y sin darse cuenta atrás estaba una jovencita con una papita en su boca con cara de asombro y cuando el volteó para retirarse se sorprendió y no supo que decir -l..lo siento..?- ella se comió la papita y tomo para ofrecerle -¿quieres una papita?- su voz era suave y ligera como el viento, tenía un aspecto de una joven de 16 años, un pelo largo plateado con un brillo azul y un rostro pálido pero vivo. Mac no supo como reaccionar, y se retiro de la incomoda situación dejándola con la mano o papa extendida, mientras ella se miraba inocente. Cuando bajaba en las escaleras la voz de Egni apareció en su cabeza -Eso fue asombroso y muy raro.. ella no tenía cadenas- Con una cara de indiferente no se detiene -¿Quieres decir que ella esta muerta ya?- un silencio sombrío solo se escucho detendiendose cuando eso le empezó a preocupar, Egni jamas había puesto una seriedad en una platica -Mira tus manos y quitate las muñequeras para que observes detenidamente tus cadenas- Pensando que era una tontería seguir sus ideas lo obedeció, retiro las muñequeras de sus brazos mas no vio nada en especial solo sus brazos -se supone que vea algo que no es real ni existe a la vista de los humanos ¿verdad?- al decir eso una risa en eco se escucho con intensidad -Siempre me agrada tu humor Mac.. te daré un regalo adelantado por tu cumpleaños.. podrás ver las cadenas que son atadas en los humanos- Sorprendido por la idea tonta un pesado aire recorría su cuerpo y sus vista se distorsionaba, sin poder reaccionar, en unos segundos miraba bien de nuevo mas no sus brazos. Unas cadenas atadas en sus muñecas con una incrustación que decía: " Vida unida " -¿Q..UE... Rayos..?- perdido de lo que miraba no dejaba de intentar tocar esas cadenas de su muñeca -Te preste mis ojos para que fueras capaz de ver cadenas que pueda tomar... así no me detengas siempre que encuentro un aperitivo y escucha detenidamente Mac.. Las cadenas son el destino mas no la vida del humano, son el pecado humano, son el malestar que les trae miedo y las que se mueven mas o tienen carmesí son las cadenas del destino- Sentado en el suelo para estar cómodo, seguía escuchando sus palabras en su cabeza -Tu me diras que cadena debo tomar ahora que puedes ver, como sabes tienen un nombre en particular, las que poseen sueños y vida son las mas sabrosas pero dejan al humano perdido eternamente y las que son de mal, soledad, tristeza, odio son la carmesí que podrías darme sin dañar por completo a tus preciados semejantes- Muy pensativo sin reacciones -muy bien Enig, buscar..- antes de decir algo la joven de antes paso a un lado de él con brinquitos infantiles y tururiando una canción -Ella..- pudo ver que ni una parte de su ser poseía una cadena, sin embargo, en su cuello tenia una argolla con un candado
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